martes, 2 de diciembre de 2008

La cuestión humana, otra vez.





La cuestión humana.

La música juega un papel trascendental en esta película . Más allá de que ésta cumpla la obvia función de definir a cada uno de los personajes a través de la música que escucha, más profundamente, su rol es esencial para expresar una idea más subterránea que recorre todo la película: la honda soledad que hay detrás de las relaciones humanas, la imposibilidad del contacto real con el otro.


Sin embargo, tras un oscuro ritual organizado por ese cuarteto de sonámbulos con el fin de celebrar la apoteosis del autismo, consiguen, amparados en ese autismo generalizado, despojarse por unos momentos de las máscaras y de la soledad

Como sucede en los blogs ¿no?.

Syd Matters es el autor de la banda sonora, que sustituyó a Robert Wyatt en el proyecto inicial.


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